Históricamente, la dicotomía medicina- odontología, originada en concepciones ético-religiosas o laborales, desembocó en la enseñanza de la medicina para “un hombre sin boca” y en la enseñanza de la odontología para “una boca sin hombre”.
Esta consideración, aparentemente exagerada, se expresa en la realidad del quehacer cotidiano de médicos y odontólogos, durante el cual los primeros, con excepciones, miran la boca como la vía de acceso a la faringe más que como una parte integrante de los sistemas digestivo, respiratorio y de expresión oral humana.
Mientras que los odontólogos, también con excepciones, concentran sus actividadesen los procesos de restauración morfológica ideal de los dientes, al tiempo que minimizan las repercusiones que su trabajo tiene en las demás estructuras del sistema estomatognático y en el resto de sistemas que constituyen al ser humano que acude a su consulta.
El enfoque integrador esencial nos permite diferenciar entre la odontología y la estomatología, cuando ésta se define como “la ciencia de la salud que se ocupa de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación del sistema estomatognático del paciente como un todo”.
La postura del cuerpo definitivamente es un factor esencial en el desarrollo de las funciones orales y en la etiología de las parafunciones. Existen conexiones nerviosas y anatómicas que hacen que desequilibrios en la postura corporal, puedan generar alteraciones en el sistema estomatognático y viceversa.
En el funcionamiento del sistema craneomandibular (SCM) se reconoce como un factor importante la postura de la cabeza sobre la columna cervical. Esta estabilidad ortostática del cráneo sobre la columna cervical permite un correcto funcionamiento del SCM, por lo cual sus alteraciones también influyen en la biomecánica del mismo.
Desde hace pocos años al conjunto de afecciones osteoartromusculares que se ligan con el raquis (columna vertebral) se estudian en relación con malposiciones o afecciones del tercio inferior del cuerpo (pies, tobillo, pantorrillas, rodillas, muslos y pelvis) denominadas malposiciones ascendentes.
Y a mal posiciones de los tercios medio y superior del cuerpo, denominadas como patologías descendentes. Dependiendo de la gravedad de las alteraciones musculares y de la localización de las mismas, las alteraciones del sistema estomatognático, del sentido del equilibrio y del sentido de la orientación pueden verse más o menos afectadas.
Postura craneal y mandibular:
Cuando la cabeza adopta una posición de rotación posterior con anteproyección, la mandíbula es desplazada posterior a su posición normal, debido a la hiperextensión que se produce entre la cabeza y el cuello.
Cuando la cabeza adopta una posición de rotación anterior, la mandíbula se desplaza anteriormente.
En ambas situaciones, los contactos dentarios entre maxila y mandíbula se ven afectados seriamente (inestabilidad oclusal, bruxismo) produciéndose sendas alteraciones en los patrones musculares y en las posiciones de las Articulaciones TémporoMandibularespudiendo ocasionar síndromes dolorosos.
Así, por ejemplo, en un paciente que se considere normoclusal, un defecto podológico como el pie plano, producirá un desplazamiento del centro de gravedad hacia adelante con inclinación permanente de la cabeza, la cual se reflejará en una proyección anterior de la mandíbula opseudopromandibulismo funcional con desplazamiento del cóndilo mandibular hacia delante y hacia abajo.
Para compensar esta posición de la cabeza y de la mandíbula y para que la línea bipupilar retorne a la horizontal, es necesario elevar la frente mediante la contracción de los músculos de la nuca y los laterales del cuello (entre otros del trapecio y del esternocleidomastoideo), lo cual aumentala lordosis de la columna vertebral cervical, permite el regreso de los cóndilos de la mandíbula a su posición céntrica funcional y la normalización de la inclinación de la linfaótica. Pero, por llevar a una contracción permanente de los músculos de la nuca, de los laterales del cuello y una hiperextensión de los músculos supra e infrahioideos, se pueden originar síndromes dolorosos cervicogénicos.
Es apenas obvio que el tratamiento meramente estomatognático no resolverá los problemas del sistema porque una de las causas, quizás la más importante, es el problema de pie plano.
Od. Rodríguez, Raquel – M.p. 8112